Muchas (concretamente cien) gracias.

27Oct 20163 Ene 2018

Mi blog acaba de alcanzar los cien seguidores (103 según unas cuentas, 98 según otras… ¿que mas da? lo dejamos en 100 y punto).

Un número importante si se tiene en cuenta que hasta hace muy poco no había perro que me ladrara, ni en ese momento albergaba yo más ambición que aburrir a tres o cuatro despistados con mis cosas. Algo ha cambiado en este tiempo. He aprendido a apreciar esto que antes no echaba en falta.

Pero lo realmente importante de esta efeméride no soy yo, no, sino esas cien personas. Me interesan. Yo sigo a mis seguidores. Me miro en ellos, imagino sus ojos para poder verme, o simplemente veo y leo. Me encanta leerles y siento un enorme respeto hacia cualquiera que escriba, como si lo hiciera solo para mi. A veces hasta siento que les debo algo. Suelo comentar, muchas veces le doy con ganas a la estrellita esa, y en ocasiones sencillamente me callo. Pero siempre aprendo algo.

Si, en este viaje he aprendido mucho, me he conmovido, he sentido y he vivido sus historias, algunas de ellas intensamente. He tratado de pasar de puntillas por sus sueños, sus deseos, sus verdades y sus miedos. Y he podido contemplar algunas cosas extraordinarias.

Por ejemplo he sabido de unas mariposas que viven en las montañas de México, de las letras uruguayas y de muchas otras cosas que me trajo un amigo políglota, de algunos sentimientos escondidos que se han paseado sin pudor por mi pantalla, de un rey bíblico que en realidad no quería irse, de una afortunada cámara fotográfica que cayó en las mejores manos, de la cantidad de trabajo que tienen los de riesgos laborales en la luna, de las palabras de una tal Mariana, de lo bien que hablan español algunos moscovitas, de lo poco que valora la prensa del norte a alguna de sus mejores plumas, de ovarios poéticos, utopías nada distópicas y erotismos en palabras, de las clases que hay de escritores y también de abejas, de un estrecho que es tan ancho que ahora tiene un lado pero tendrá muchos mas, de haikus que valen más que mil imágenes, de ochos sesteando en un diván, de los cuentos de un vagabundo que debería comprar acciones de la lufthansa, de la exquisita voz de los nenúfares, de un alce con obsesiones y de otros mil pequeños trocitos de sus vidas, pues quien escribe no puede evitar que su existencia rezume entre líneas.

Y por todo esto, por lo leído y lo aprendido, por sus comentarios, por su ánimo y ayuda con mi pequeño proyecto solidario, por esos me gusta que unas veces me saben a «no lo dejes hombre» y otras a «¿ves como no tenías que dejarlo?», y por el cariño que han despertado en este fulano que malescribe, tengo la enorme satisfacción de decirles a mis seguidos seguidores esas dos palabras mágicas que fueron quizás las primeras que les enseñe a mis hijos y que hasta ahora les van sirviendo de mucho en la vida, porque diciendo «ábrete sésamo» solo se abre una cueva de ladrones pero diciendo «muchas gracias» se abren todas las puertas, absolutamente todas.

Muchas gracias a todos por ser el mejor motivo para seguir adelante.

Entre las muchas maneras que tengo para demostrarles mi agradecimiento, me he tomado la molestia de copiar aquí sus nombres y los blogs donde escriben, para que cualquiera que lea este mensaje tenga la oportunidad que yo disfruto cada dia de poder asomarse al maravilloso mundo de sus creaciones:

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