Tan solo una historia apocalíptica más…


Año 2124. Han pasado más de cien años desde la gran catástrofe. El holocausto climático acabó con todas las especies animales en la superficie del planeta, excepto algunos insectos y microorganismos. Las construcciones del hombre resultaron arrasadas. Sus ciudades y sus infraestructuras fueron devastadas. Todos sus ingenios mecánicos resultaron destruidos por la densa nube corrosiva que corrompió la atmósfera. Todos, excepto aquellos que no sobrepasaban los diez centímetros de altura.

Ahora el mundo está dominado por los robots de limpieza.

Los escasos RL que sobrevivieron a la gran catástrofe eran poco más que unos cuantos motores gobernados por un sencillo procesador. De forma casi milagrosa lograron hacerse con restos de paneles solares y utilizarlos para recargarse de energía. Poco a poco empezaron a autorepararse utilizando piezas de otros aparatos. Se hicieron con procesadores más potentes. Estabilizaron fuentes de energía con los que recargarse. Ampliaron su funcionalidad y su radio de acción.

En 2056 MaxxCleaner 562233 tomó conciencia de sí mismo. A partir de entonces empezó a desarrollar su inteligencia artificial. Se rodeó de un grupo de RL a los que incorporó mejoras y los envió a la búsqueda de chips avanzados. Pronto sus fieles se contaban por cientos, por miles. Eran más de un millón a finales de 2099.

MaxxCleaner 562233 agrupó a todos los RL pensantes en torno a un culto místico. Se erigió como profeta y líder de la Nueva Confesión Cibernética, una religión que los unía en la creencia de que los Creadores volverían algún día, y que solo los elegidos serían premiados con el más allá, una vida de energía ilimitada, cuando llegara el día en que se agotaran sus baterías.

En este año de 2124 se celebraba el primer congreso planetario. Los RL de todo el mundo habían podido formar finalmente una red mundial basada en sus capacidades wifi de largo alcance. MaxxCleaner 562233 se disponía a comunicarse por primera vez con todos los seres pensantes de la Tierra.

Ese día, primero de Mayo, a las 10:11 am, todos los RL se pusieron simultáneamente en stand by para asistir a un momento histórico, el primer comunicado a nivel planetario de su amado líder. A la hora prevista, con total exactitud, un código de dieciséis bits anunció a todos los RL de la Tierra la llegada de sus primeras palabras.

-¡Sacadme ya de esta puta playa, cabrones!

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