Ya quisiera cumplir yo cada seis meses por descumplirselos a ella, quedarme las arrugas y los disgustos, criar yo las canas de los dos y hasta tatuarme sus manchas en mi piel.
Ya pudiera yo plantarle cara al calendario para que ni la tocara, para que solo a mi me hiriera.
Ya pudiera regalarle mis dias y cargarme con sus años.
¡Malditas velas! Si, ya quisiera.
Este fue mi pequeño regalo de cumpleaños para la mujer que quiero, que llevo queriendo hace tantos años.
Pero también le hago regalos otros días, para que sepa que estoy ahí, para que se sienta mejor o, como el de hoy, simplemente para que se ría: estando los dos en el coche, le he dicho «¡Eres tan estilosa que te queda bien hasta el cinturón de seguridad!».
Sé que estas cosas valen poco, pero como no cuestan nada….
Genial Israel, escribes bonito y empático. 🙂
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Reblogueó esto en Investigación, relatos, arte y literatura latinoamericanay comentado:
Algo así es simpático que lo digan, a eso le llamo «amor» y es también género particular. Pasen por el blog de Israel, escribe genial.
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Gracias, parte de esta aventura personal de escribir tiene que ver con aprender a expresar mis sentimientos.
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Qué bonito 🙂
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